Fuentes, Monumentos y Calles | |||||
Carlos III de Borbón | |||||
Fuente de Carlos III, Plaza España zona 9 | |||||
Ciudad de Guatemala, septiembre 2009/También llamado El Político, nació en la ciudad de Madrid el 20 de enero de 1716 y falleció en 1788. Heredó por parte de su madre el Ducado de Parma, Piacenza y Toscana el cual rigió con el nombre de Carlos I (1731-1735); Rey de Nápoles y Sicilia, con el nombre de Carlos VII (1734-1739), por haber sido territorios conquistados por Felipe V en el curso de la Guerra de Sucesión de Polonia y Rey de España (1759-1788), perteneciente a la Casa de Borbón.
Su reinado se caracterizó por la puesta en marcha de una política interna que se basó en los postulados de lo que se llama Despotismo Ilustrado, en un intento por modernizar la sociedad tanto española como de sus colonias, utilizando par ello el poder absoluto del monarca, de allí su nombre. Al mismo tiempo, en el caso de España, específicamente, este fue un periodo de desestabilización económica, de movimientos de protestas y revueltas internas en sus dominios de ultramar, como también de amenazas externas, que llevaron a Carlos III (1759-1788), apoyado por consejeros ilustrados, como el Conde de Aranda, el Conde de Floridablanca y Gaspar Melchor de Jovellanos, a tomar y a poner en práctica políticas gubernamentales que fortalecerían el regalismo, especialmente.
Sus principales acciones fueron: la expulsión de la Compañía de Jesús, en 1767, de todas las provincias españolas, con lo que disminuía el poder económico y político de la Iglesia Católica; la creación, en 1761, del ejército permanente para la salvaguardia del tránsito interoceánico y continental de sus mercaderías; la declaratoria del libre comercio en 1788; la creación de las Intendencias y, junto con ellas, un nuevo contingente de autoridades que la Corona pudiera controlar de manera más directa, con las que se buscaba sobre todo la disminución del poder de los virreyes y gobernadores; y, la introducción de profundos cambios en el régimen hacendario por medio de una reestructuración administrativa que implicaba, especialmente, el alza de impuestos de alcance general y la inclusión en la obligación tributaria de las castas que hasta entonces gozaban de exención total.
Asimismo, se adoptaron medidas políticas, con las cuales se propició la regionalización de las provincias en zonas de producción, que fue planeada a partir de tres ejes fundamentales, agricultura, minería y comercio, ejes que obedecían, desde otro ángulo, al crecimiento del consumo, tanto interno como externo.
Los bloques en que se dividieron las tierras americanas conquistadas de la corona española fueron los siguientes: América del Norte e Itsmo Centroaméricano: virreinato de la Nueva España (México) y la capitanía general de Guatemala, después reino de Guatemala (Chiapas, Soconusco, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica ); América del Sur: virreinato de Lima (Perú, Bolivia y parte de Chile); virreinato de Nueva Granada (Colombia, Venezuela, Panamá y Ecuador), virreinato de Chile (Chile) y el virreinato del Río de la Plata (Argentina, Uruguay y Paraguay); región de las Antillas: capitanía general de Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico, que tenían bajo su dominio las islas-puerto del Caribe. Cada uno de estos bloques conforme se van organizando emergen paulatinamente, a lo largo del período anotado (siglos XVI-XVIII), con características singulares que más tarde los irán a distinguir y diferenciar a unos de otros.
A pesar de ello, entre los aspectos más duraderos de su herencia quizá haya que destacar el avance hacia la configuración de España como nación, a la que dotó de algunos símbolos de identidad (como el himno y la bandera) e incluso de una capital digna de tal nombre.
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