Barrio Querido |
Antecedentes |
Cementerio General de Guatemala, zona 3 |
Ciudad de Guatemala, julio de 2008/ La traslación de la ciudad de la Nueva Guatemala de la Asunción comenzó a efectuarse a finales de 1773. El proceso culminó el 2 de enero de 1776. A partir de esta fecha se empiezan a crear los pilares socioeconómicos y culturales que la sustentarían. Dentro de todos ellos, surge la Junta de Sanidad, encargada de los asuntos de higiene y salud pública de la nueva ciudad. Uno de los asuntos ligados a esta junta fue el relacionado con los cementerios.
Los primeros de los cuales se tiene noticia fueron los establecidos anexos a las iglesias: el del Sagrario (1772); el de la iglesia de San Francisco, en la actualidad parque Gómez Carrillo o Concordia, y el de Jocotenango (ambos, aproximadamente, en 1779); San Juan de Dios (1833); Asilo La Piedad (1886) y el Cementerio General (1881).
Las primeras notificaciones legales para su reglamentación datan a partir del 15 de noviembre de 1879. Estas normas le dieron un carácter laico a las inhumaciones, que se convirtieron en una actividad civil y fueron administradas por las municipalidades.
En 1885 se emitió la Ley de Cementerios, que establecía que sólo el de la ciudad de Guatemala continuaba siendo administrado por el Hospital General, y el resto por las respectivas comunas. Por dicha razón, hasta nuestros días, el Cementerio General es una dependencia del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, así como los otros cementerios estatales capitalinos: La Verbena, Villa de Guadalupe y Las Tapias.
En nuestros días, la Municipalidad de Guatemala, a través de la Dirección de Desarrollo Social, está implementando el programa de Desarrollo Económico Local a inmediaciones del Cementerio General.
El mismo busca fortalecer la capacidad económica en el área y de las personas que trabajan en la economía informal (ventas de flores, frutas, dulces y golosinas), así como de quienes en el interior del cementerio se dedican a la limpieza de panteones, jardinería y albañilería, entre otros, para generar más empleos, y mejorar sus ingresos y calidad de vida.
Bibliografía recomendada:
Sánchez Montúfar, Julio (Coord.); Chajón Flores, Aníbal; Chang Alvizúrez, Dominique; Morales Montenegro, Manuel A.; Solórzano Lemus, Estuardo. Historia, arte y tradición en el Cementerio General Novoguatemalense. Guatemala: USAC/DIGI/CEFOL, 2006. 150 p. Rivera Álvarez, Ramiro. Cementerios de Guatemala de la Asunción. Guatemala: Cultura, 1998. 102 p. | ||||
Dra. en Letras Frieda Liliana Morales Barco | ||||