Fuentes, Calles y Monumentos | |
El nuevo monumento y el aspecto de la plaza donde ha quedado erigido | |
Diario de Centro América, Guatemala, sábado 23 de noviembre de 1912. p. 1 | |
El inteligente artista ha logrado desarrollar del modo más hermoso el tema arduo y difícil que se le había propuesto.
Efectivamente: tratándose de levantar un Monumento para conmemorar la inauguración de un Ferro-Carril se podía atacar la cuestión tomando por punto de partida ideales muy distintos.
El señor Fontaine ha acertado felizmente con el más hermoso de todos: Unir a la naturaleza representada por este peñasco de rocas amontonadas los progresos de la Civilización y dejar formado en el conjunto una obra espléndidamente emblemática.
No es ciertamente lo mismo, levantar un monumento, valiéndose en su concepción de leyes arquitectónicas clásicas e inmutables, como hacerlo en la forma que ha adoptado el señor Fontaine; para lo primero existen en Europa cosas que las hacen por docenas y no hay más que escoger entre las fotografías que emiten estas a quien quiera, para conseguirse con muy poco trabajo lo que se desea; –en lo segundo, hay improvisación, cálculos técnicos complicados, problemas arduos e imprevistos de toda naturaleza.
Está formado el monumento de que hoy tratamos, de blocs de roca granítica rústicos, y de más de tres metros cúbicos de volumen algunos de ellos; tiene doce metros de altura sobre cimientos y el peso total es de más de seiscientas (600) toneladas métricas.
El volumen del agua contenido en el bassin pasa de cincuenta (50) metros cúbicos, y era una cuestión muy seria la de calcular la resistencia de estos cimientos en un país de temblores, para evitar con los movimientos seismitos que cualquiera grieta se formara lo que, dando ocasión a alguna filtración, pudiera comprometer la seguridad de la construcción. | |