Ciudad de Guatemala, abril 2010/En nota publicada por Walter González, reseña que en 1986, los amigos de Vela le celebraron con varias actividades sus 85 años de vida. Y, el maestro en respuesta a este homenaje, profirió el discurso en versos, el cual fue recitado la mañana del 21 de marzo de 1986, al inaugurar la exposición del periódico “No nos tientes” (1898-1931) en la Hemeroteca Nacional de Guatemala y que transcribimos. "No nos tientes" ¡En sonora carcajada prorrumpid… ja… ja! | I Con esta presentación Rigoberto Bran Azmitia —cuyo entusiasmo nos sitia y nos induce a la acción—, vuelve la generación del 20, con su añorante valentía y el eufórico desahogo metafórico que redactó El Estudiante | II El noventa y ocho surge la universitaria huelga con su risa y lo que cuelga… la lavativa, el menjurje, lo que el purgante nos urge, pues vino al mundo en la escuela médica con tal secuela, con un olorcito humano en donde tiene su mano la simpática Chabela. | III Resabios del Testamento de Judas, la fina crítica se le aplicó a la política del tirano y del jumento que nos daban el tormento entre liberales yerros y conservadores perros de la burocracia lerda (hoy la derecha y la izquierda) nos mandan a comer… berros. | IV Pasaban las procesiones de tirios y de troyanos, ensangrentadas las manos y dormidos los cojones; en tablitas y tablones iban contando el dinero entre robo y desafuero aprendieron el oficio, y el pueblo en el sacrificio aprendió a estacar el cuero. | V Las muchachas más decentes buscaban al estudiante, se les ponían delante y decían, inocentes: ¡No me tientes, no me tientes! Mas pasaban insinuantes, descharchadas o elegantes, con su garbo y su chonchoy ¡Ay! las muchachas de hoy se parecen a las de antes. | VI Mirando a los gobernantes, mirando a los gobernados, mirando a los potentados, mirando a los mendicantes, mirando a los comerciantes, mirando a los asesinos, mirando a los masculinos, mirando a las masculinas, ¡ay tan monas!, ¡ay tan monas! y nosotros tan divinos. | VII Valle Calvo, Vela, Asturias y Chocochique Balcárcel exponiéndonos a cárcel o cóleras de las curias en poéticas penurias compusimos “La Chalana” entre charpas y sotana y, les cuadre o no les cuadre, como dice la comadre, les mentamos a su nana. | VIII Como Chepe Castañeda gozaba de fama alta, en casa de los Peralta vendría a cerrar la rueda, y así terminado queda el himno, la muchachada en sonora carcajada prorrumpió, y en la huelga “La Chabela” y lo que cuelga quedó por siempre parada. | |